Bien maquillada: Grandes mujeres de la cosmética: Helena Rubinstein

Una de las pioneras y mujeres más ricas de la historia, referencia entre emprendedores de la belleza. Helena Rubinstein nació en el año 1970 en Polonia, viene de una familia muy humilde. A los 18 años se mudó a Australia donde comenzó a mezclar ingredientes y pomadas para la elaboración de la crema perfecta, basada en la crema que su madre preparaba y usaba.

Su lema: "Belleza es poder"

Madame Helena Rubinstein en su laboratorio

Luego en unos años, inaugura el Salón Valazé, mismo nombre que su crema milagrosa. Cosmetóloga, las mujeres de la alta sociedad acudían a ella para cuidar su piel, ya que ella misma lucía una piel radiante que sorprendía a todos por su gran resistencia al clima australiano.

Adicta al trabajo, no ha de sorprender que se divorció (al igual que Elizabeth Arden), el cual no culpaba a su pareja, sino a su propia dedicación y esmero al trabajo y al imperio que creó.

A diferencia de Elizabeth Arden (quienes vivieron en la misma época y eran conocidas), Helena optaba por un maquillaje más fuerte, labios en tonos más fuertes, pelo recogido, también era más robusta, no muy interesada en los ejercicios y yoga como lo hacía su competidora. Su fuerte mismo era la piel.

A sus 30 años, se convierte en toda una poderosa mujer de negocios. Abre su negocio en Paris, Londres y luego en Nueva York, donde se encontrará con su eterna competidora: Elizabeth Arden.
Estudiando siempre con grandes químicos de renombres de la época, Helena era autodidacta y siempre permanecía en su laboratorio trabajando para perfeccionar sus cremas.

Luego Helena decide crear su línea de maquillaje, lo que resultó bastante bien, pues sus clientes habituales comenzaron a usar, tales como Margot Asquith, esposa del Primer Ministro de aquella época.